Antes de abordar el tema
en profundidad, debemos definir correctamente el término webcasting. No debemos
confundir este con el de vídeo en demanda, el cual podemos disfrutar cuando
queramos, si no que se trata de una retransmisión on-line en directo o diferida
de un contenido, pero solo se es accesible a dicho contenido mientras esta
siendo trasmitida. Como si de la radio o televisión se tratase, la emisión se
realiza a la misma vez para todos los espectadores, pero el medio es Internet.
Por ello el termino procede de la unión de dos términos sajones: “Web” como todos
conocemos es la red, y “broadcast” que significa “difusión de un emisor a múltiples
receptores de manera simultánea”. Aunque debemos indicar, que por tratarse de
un término de reciente creación no existe consenso entre los oferentes de
dichos servicios y hay algunos que incluyen dentro de “webcast” también los
servicios de “Video on Demand”, como hace QualityNet.
Internet es un medio aún
incipiente, que evolucióna a gran velocidad y hoy por hoy empezamos a
vislumbrar su potencial pero no sabemos cuales serán las herramientas que en un
futuro a medio plazo podrá ofrecer. Lo que si está claro es la capacidad
comunicativa del medio, y la gratuidad de la misma. Su difusión alcanza ya una
gran penetración y no esta controlada por grandes empresas como sucede en otros
medios, sino que cualquier usuario es emisor y receptor al mismo tiempo. Este
fenómeno lo vemos muy claro, y lo hemos visto nacer en los múltiples canales de
Youtube, que pertenecen a personas “anónimas” de cualquier rincón del planeta y
que son seguidos por millones de espectadores en todo el mundo. A pesar de que
esta plataforma es de “Video on Demand” es un buen ejemplo para ilustrar las
tendencias de hoy en día en la Red.
El motivo para citar el
ejemplo anterior es mostrar como Internet nos ofrece expresarnos libremente, y
cnseguir que, si relamente lo que expresamos es de interés público la gente nos
siga. Pues bien, eso es lo mismo que sucede en Twitter. A pesar de que en esta
red social lo que prima no son las subidas de vídeos a la red, sino los
comentarios de 140 caractéres, ha ayudado enormemente a democratizar los
servicios de webcasting en la red.
Aclaremos la situación,
el webcasting, estaba limitado a empresas que ofrecieran esos servicios, tanto
para empresas, universidades, etc. Emitiendo conferencias, debates y un largo,
etc. Se trata normalmente de pequeñas empresas con los medios tecnológicos
necesarios para la grabación y difusión en internet del evento en cuestión. Nos
referimos a empresas del estilo de la ya citada QualityNet, y Vancast, especializadas en dar este tipo de
servicios.
El resto de usuarios, si
no disponíamos del capital para contratar de esos servcios solamente
disponíamos de plataformas muy limitadas en el volumen de receptores como Skype,
no preparadas para este tipo de uso.
Fue por tanto la llegada
de Twitter la que adelantó la llegada de
herramientas como Twittcam, que
han democratizado el webcasting a la totalidad de los usuarios. Para conocer el
origen de estas herramientas hay que concretar que en Twitter, las discusiones
más acaloradas y activas que se realizan suelen venir iniciadas por aquellos
líderes de opinión que aglutinan más seguidores en la red, además estos suelen
ser personajes representativos de la sociedad, se apor su profesión o por su
fama. Ello lleva a buscar un escalón más para comunicarse entre sus followers y este es el webcasting. Gracias
a Twittcam, podemos difundir nuestro discurso en directo a todos esos
seguidores a traves de un único enlace, sin necesidad de realizar ningún pago, solo requiere tener a
disposición una cámara web y una conexión a internet. Además también ofrece la
posibilidad de feedback, ya que existe un chat donde los espectadores pueden
realizar las preguntas que deseen al comunicador.
Es esta herramienta a
nuestro parecer, uno de los ejemplos pueden significar el comienzo del fin de
la supremacía de los medios de comunicación mayoritarios como la televisión.
Además posibilita, en una versión mucho más evolucionada de la herramienta, que
la oferta de emisiones o canales sea casi infinita, cosa de la cual el
principal beneficiado es el espectador.
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